Una pregunta que se podría responder, únicamente, con echarle un vistazo a las posiciones en donde se halla tanto a nivel mundial, como europeo y también nacional. Una universidad llena de vida juvenil, tanto a nivel de profesorado como de alumnado. Sin dejar de lado las magníficas instalaciones de todos los campus que ofrece.
A los 16 años, cuando cursaba cuarto de ESO, tenía muy claro en qué universidad quería estudiar, independientemente de la carrera elegida. En mi antiguo instituto se nos ofrecían charlas de exalumnos sobre las carreras y universidades que eligieron en su momento. El hijo de la directora nos habló de la famosa Universidad Pompeu Fabra, mostrando un videoclip que realizó junto con sus amigos de su paso por dicha universidad. Un videoclip emotivo y al mismo tiempo divertido y satisfactorio, en el que se podían observar las instalaciones compuestas por bibliotecas, salas de estudio, cabinas de interpretación y las famosas cafeterías, donde uno pasa sus mejores momentos. Fue cuando sentí que era un llamamiento, aviso o mensaje del universo, el cual me decía que esa era mi universidad.
Hoy, cuatro años más tarde, me dirijo a vosotros como alumna de esta espléndida universidad. Todo ha sido como realmente me imaginaba: una universidad con un profesorado muy profesional y al mismo tiempo muy cercano a sus alumnos, ofreciéndoles el apoyo y la ayuda necesaria para tener el mejor expediente académico; compañeros que acaban siendo tus mejores amigos, tanto en los momentos más positivos como también en los peores; cafeterías en las que pasas la mayor parte del tiempo con la mejor compañía; y, por último, las bibliotecas, que te ofrecen los mejores servicios, préstamos de portátiles, libros y cualquier asunto informático, y sobre todo, salas que son un espacio de estudio y, asimismo, herramientas informáticas.
He de recalcar que se trata de una universidad bastante estricta a nivel académico. Sin embargo, te ofrece opciones como hacer prácticas o trabajos tanto individuales como en grupo, que pueden llegar a valer más que el examen final. A veces, esto es una ventaja que te permite no depender de un único examen, aunque también ofrecen evaluación continua.
Respecto a optativas, hay muchas opciones. La que yo he elegido y experimentado ha sido el voluntariado ofrecido por el proyecto Horitzons, el cual te daba 2 créditos yendo a diferentes institutos explicando el acceso al mundo universitario. También, ofrece una variedad de actividades deportivas y de ocio que, mayoritariamente, son gratuitas.
Quiero remarcar que es una universidad pública. Por ello, ofrece una larga lista de becas y ayudas económicas al alumnado. ¡Así que el dinero no es excusa! ¡Anímate a conocer la universidad apuntándote a los tours gratuitos! Espero que te haya servido mi experiencia, y hasta pronto.
Hajar Talbi, estudiante del grado en Traducción e Interpretación
Unitat de Coordinació Acadèmica de Traducció i Ciències del Llenguatge